Orsted se retira del consorcio noruego para la eólica marina y apunta a una crisis sin precedentes en el sector por la subida de los tipos de interés y los cuellos de botella en la cadena de suministro

La subida de tipos de interés y la escasez de materias primas han derivado en importantes pérdidas para la multinacional danesa Orsted / Wikimedia Commons

14.11.2023

A principios de noviembre la compañía danesa, mayor desarrollador mundial de proyectos offshore, anunció la suspensión de dos proyectos en Estados Unidos y unas pérdidas previstas de 5.600 millones de dólares debido al aumento de costos debido al cambio en las condiciones de financiación y las dificultades para la obtención de materiales críticos para la fabricación de aerogeneradores.

La medida ha sido comunicada al público por la noruega Bonheur ASA, anunciando que la participación de Orsted en el consorcio noruego para la eólica marina Blaavinge se verá interrumpido. Hasta ahora, la compañía danesa había colaborado conjuntamente con Fred Olsen Seawind y el productor local Hafslund.

Tal como informó rebeldes.info en octubre la multinacional danesa acumula en 2023 unas pérdidas históricas que rozan el 40% con una importante corrección a la baja de sus previsiones de beneficios debido a las dudas sobre la rentabilidad de algunos de sus proyectos offshore. Tan solo en Estados Unidos, la multinacional ha perdido este año 2.000 millones de dólares.

Las claves de esta situación son los significativos problemas que afronta la compañía en la cadena de suministro y las subidas de los tipos de interés, que han inflando los costes en un 30% tomando como referencia los niveles de 2019.

Otro factor que está contribuyendo a las multimillonarias pérdidas económicas de Orsted y otras empresas del sector son los problemas técnicos y de mantenimiento porque las turbinas eólicas marinas están expuestas a condiciones ambientales extremas como fuertes vientos, salinidad y corrosión, todos ellos condicionantes que limitan la eficiencia y la vida útil de los aerogeneradores, que requieren un mantenimiento y reemplazo frecuentes en comparación con los terrestres, lo que también necesita de una mayor cantidad de recursos económicos disponibles.