Especulación sin límites y beneficios millonarios al margen de la población en la eólica gallega: los parques eólicos convierten a Galicia en el "Far West" del sector energético y desatan el rechazo social a las renovables

La compra/venta de proyectos eólicos se ha convertido en una estrategia habitual de las energéticas para maximizar sus ingresos / Anna Jiménez Calaf

1.8.2023

Frente a esta situación la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana considera necesaria una apuesta por un modelo que sea "democrático y equitativo", muy alejado del "capitalismo de casino" existente en la actualidad.

El grupo conservacionista recuerda que entidades sociales y plataformas vecinales de afectados por proyectos energéticos han mostrado su "estupor" ante el contexto desplegado por las grandes empresas vinculadas al oligopolio, en el que la compra/venta de megavatios (MW) no tiene que ver ni con el proceso de "descarbonización" ni con el concepto de "industrialización para el desarrollo" que está promocionando la patronal del sector sino que la causa es únicamente la maximización de sus cuentas de resultados.

"Así, mientras la Asociación Eólica de Galicia (EGA) y la Asociación Empresarial Eólica (AEE) redoblan sus esfuerzos con entidades afines por presentar en público una realidad ideal de la energía eólica en Galicia que ignora de manera voluntaria cual está siendo la raíz del problema, colectivos y particulares no salen de su asombro ante el proceso especulativo que se está viviendo en torno a este tipo de proyectos", justifica la entidad ambientalista.

En este sentido, explican que durante el verano, Greenalia ha vendido a la energética francesa Engie 182 MW renovables de parques eólicos y solares en Galicia y Andalucía, en fase de desarrollo y todavía sin construir, indicando fuentes de la compañía en un comunicado que "los fondos obtenidos por este movimiento se utilizarán para acelerar y consolidar el desarrollo del plan de negocio de Greenalia".

Para Salvemos Cabana este comportamiento, al igual que el de la multinacional portuguesa EDP Renovables, que acaba de vender a la austriaca Verbund 257 MW eólicos en distintas zonas de la península ibérica "es norma y no excepción" entre las grandes energéticas, demostrando que el "capitalismo de casino" forma parte de la operativa habitual de estas empresas y que al final la situación actual no va ni de "descarbonización" en la lucha contra el cambio climático ni de "industrialización para el desarrollo de Galicia ni cualquier otro lugar" sino, por el contrario, "de negocio puro y duro".

Por eso, justifican que si bien para la patronal eólica "la producción de energía obedece a un interés general público superior" a la vista de hechos semejantes podría decirse que la especulación con proyectos renovables no obedece en absoluto a "interés público" alguno sino "al deseo de directivos y accionistas de estas empresas de obtener el máximo rendimiento económico en el menor tiempo posible".

A modo de conclusión, recuerdan que en el actual contexto el modelo de desarrollo eólico en Galicia "no es ejemplar, ordenado ni sostenible" y que debido a los cambios normativos introducidos desde el PP en el Gobierno de la Xunta con las leyes 3/2017, de fomento de implantación de iniciativas empresariales y la 9/2021, de simplificación administrativa, es cualquier cosa menos "garantista" para la ciudadanía por el recorte de derechos que conllevan en la práctica, de ahí que las "consecuencias catastróficas" a las que alude la patronal eólica con la presunta "paralización del sector" no son para Galicia, "sino para su negocio millonario" y no ponen en jaque la industria "sino sus cuentas de resultados".

Desde el colectivo se apunta que Galicia, en contraste, "necesita un modelo energético que sea verdaderamente democrático y equitativo, donde se compense de manera justa a los propietarios y al territorio en sí mismo y donde la declaración de utilidad pública no pueda ser utilizada como mazo de herrero por las grandes empresas del oligopolio energético", pues solo así podrá hablarse de "garantismo" en el proceso, algo que consideran que "hoy por hoy no sucede".