Polémico estreno de David Mascort (ERC) como responsable de Acció Climàtica de la Generalitat: ignora las recomendaciones de la comunidad científica y apuesta por entregar la Costa Brava a las grandes promotoras de la eólica marina

David Mascort ha sustituido a Teresa Jordá al frente del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural / gencat.cat

15.6.2023

El ex-alcalde del pueblo de Vilablareix (Girona), licenciado en Económicas y Empresariales y segundo hasta la fecha de Teresa Jordà en el Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, inaugura su cargo de su cargo en una polémica rueda de prensa considerando que frente a quienes defienden el área marina más valiosa del Mediterráneo catalán "el aquí nunca nada" es "muy mala solución".

Mascort, integrante de Esquerra Republicada de Catalunya, aspira a que en el año 2050 Cataluña cuente con 62.000 megavarios (MW) de renovables a base de inundar el territorio de parques eólicos y solares "para hacer la transición ecológica". En cuanto a la instalación de proyectos en l'Empordà ha defendido su idea de que que "los parques eólicos solo se pueden poner donde hay viento" y que es fundamental "consensuar el como" en un plan territorial que debe de ir de la mano de cada uno de los municipios implicados.

En este sentido, la Plataforma Stop Macroparc Eòlic Marí, entidad que reune a cuarenta entidades empresariales y conservacionistas, ha recordado esta semana en un comunicado que los resultados de las elecciones municipales del 28 de mayo envían un claro mensaje a la clase política sobre el mayoritario rechazo del territorio y sus habitantes a la instalación de macroparques eólicos marinos en el ámbito de la Costa Brava gironesa, algo que ha quedado reflejado en los resultados de las principales poblaciones afectadas por protectos en el golfo de Roses y la bahía de Pals, donde las candidaturas ganadoras se han pronunciado de manera contundente contra la instalación de este tipo de proyectos energéticos.

RECOMENDACIONES DE LA COMUNIDAD CIENTÍFICA

En una línea continuista con su antecesora Teresa Jordà, David Mascort Subiranas parece haber obviado las recomendaciones de la comunidad científica, que recientememente ha llegado a elevar sus reclamaciones a nivel público en el Parlamento Europeo a través del Dr. Josep Lloret, director de la Cátedra "Océanos y Salud Humana" de la Universitat de Girona, que el pasado 24 de mayo explicó que el área donde se pretende desarrollar la eólica marina en el Mediterráneo catalán cuenta con la presencia de hasta 10 áreas marinas protegidas y que la implantación de este tipo de proyectos podría causar una gran afectación en las migraciones locales y estacionales de aves marinas, razones que por sí solas justificarían el blindaje del área del Golfo de Roses y la bahía de Pals frente a instalaciones renovables a gran escala dado que esta zona constituye, de facto, el patrimonio cultural marino más importante de Cataluña.

Ya en 2022, un grupo de investigadores de dos universidades (Girona y Barcelona) y dos centros vinculados al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEAB-CSIC y ICM-CSIC) alertaron en una publicación internacional (Science of the Total Environment) de los graves impactos que los parques eólicos marinos podrían tener sobre la biodiversidad marina, el paisaje, la pesca y el turismo en la Costa Brava recordando la importancia de proteger este tipo de entornos donde confluyen "un patrimonio natural excepcional, una elevada biodiversidad, la existencia de áreas marinas protegidas, un paisaje valioso y actividades pesqueras y turísticas importantes a nivel local".