Colectivos vecinales denuncian que el mapa de exclusión eólica anunciado por el Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla ataca a la esencia misma de Cantabria y pone en riesgo el futuro del mundo rural

Escenificación teatral del abuso eólico permitido por el Gobierno de Cantabria a las grandes empresas del sector energético

16.4.2021

Defienden una transición energética “distribuida y justa” y se oponen a la “explotación de los recursos al estilo colonialista”.

En un comunicado conjunto, siete entidades sociales denuncian que el pasado 12 de abril el Consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo José Luis Gochicoa presentó en el Parlamento cántabro el mapa que delimitará los territorios excluidos para el desarrollo de proyectos de energía eólica, un documento "creado sin participación pública" pero que "parece que sí ha contado con la intervención de las empresas energéticas", tal y como dieron a entender los representantes de la empresa promotora del proyecto eólico del Escudo en un desayuno informativo celebrado unos días antes.

Entidades sociales rechazan el planteamiento eólico impulsado desde el Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla

Para los colectivos, este mapa de exclusión eólica no es más que "otra bomba de humo" carente de validez ya que "no tiene una normativa asociada que lo respalde". "No es casualidad que después de definir las zonas de exclusión, aplicando para ello unos criterios a la carta para las empresas, queden como zonas aptas para la construcción de polígonos eólicos las que ya se encuentran afectadas por las presentes solicitudes en tramitación, salvo alguna excepción" -advierten-, con el resultado de que "la mayoría de las sierras de Cantabria quedarían ocupadas por macro polígonos industriales eólicos". "Además -recuerdan- se ha elaborado obviando las mociones aprobadas por los ayuntamientos", como el la última iniciativa aprobada en el municipio de Vega de Pas contra la instalación de macroproyectos.

Mapa de configuración de proyectos eólicos en Cantabria

Los grupos recuerdan que este tipo de proyectos industriales se están seleccionando por parte de las empresas en emplazamientos favorables "no solo por la disponibilidad del recurso eólico, sino también en base al menor coste del suelo y la menor resistencia social", y al igual que está sucediendo con la instalación de macrogranjas o grandes vertederos pretenden instalarse principalmente en medio rural, "un territorio muy sensible a estos macroproyectos por razones medioambientales, paisajísticas, culturales y patrimoniales, y por motivos de salud y bienestar de los habitantes de estas zonas afectadas, definidas por los planes de transición energética como zonas de sacrificio. Un territorio cuyo tejido socioeconómico está sustentado en actividades tradicionales que están ligadas al uso de la tierra y del paisaje, como la agricultura, la ganadería y el turismo rural, cuyo desarrollo se vería gravemente amenazado como ya ha sucedido en otros territorios del Estado" -detallan-.

Para los colectivos "la mejor forma de luchar contra la despoblación y de generar empleo estable en los entornos rurales es devolver a los territorios los servicios sociales que nunca debieron perderse y promover el uso respetuoso de la tierra y la conservación de la biodiversidad, junto a los recursos naturales, culturales y paisajísticos que son estos los verdaderos motores económicos de las comarcas rurales", porque "el paisaje es la interacción de la gente del territorio con su entorno natural" y, al destrozarlo "no solo se ataca la biodiversidad" sino que "también se está atacando a un marco cultural, a una forma de vida arraigada en el territorio que ya nunca más volverá a verse reconocida como parte de ese paisaje".

"Estamos a favor de las energías renovables, pero no del planteamiento que se está presentando para su aprovechamiento basado en la construcción de grandes polígonos eólicos, y también fotovoltaicos. Existen otros modelos de generación distribuida y de consumo local que no han sido contemplados, modelos acompañados de políticas de reducción del consumo y mejora de la eficiencia energética" -explican las entidades-.

"Los que nos han llevado al desastre climático ahora se visten de verde para hacerse un lavado de cara y colonizar la España vaciada. Esta transición energética es en realidad una forma de mantener los intereses del oligopolio energético y los fondos de inversión. Estos proyectos no son renovables, son la base de otro pelotazo con dinero y patrimonio público. No cambia nada, solo cambia la tecnología, pero se mantiene el esquema del consumo excesivo en las ciudades y zonas industriales a costa de afectar ecosistemas y comunidades en las zonas rurales. No se puede sacrificar al medio rural de Cantabria para que se enriquezcan unas empresas privadas que usurpan la tierra" -concluyen-.

El comunicado ha sido refrendado por la Plataforma Comarcal por la Defensa del Territorio Sur de Cantabria y Montaña Palentina, la Plataforma para la Defensa de los Valles Pasiegos, No Eólicos Cantabria Centro, Malos Vientos Luena, Eólicos Así No Campoo de Yuso, Buenos Vientos Pisueña y la Plataforma Vecinal de Arredondo.