"¡Así no!", el grito unánime de la sociedad cántabra contra los parques eólicos que amenazan la grandeza de su mundo rural

Multitudinaria concentración en la Plaza Mayor de Reinosa / Plataforma en Defensa de los Valles Pasiegos

27/6/2021 

Amparados bajo el lema "Nuestros pueblos, para vivir", centenares de personas se han concentrado el 26 de junio en la Plaza Mayor de Reinosa reclamando un análisis de "las necesidades energéticas reales de Cantabria" y el desarrollo de "una forma más justa de satisfacerlas de manera sostenible".

Ciudadanía a título particular y miembros de numerosos colectivos de toda Cantabria han manifestado así su rechazo a la implantación masiva de aerogeneradores en valles y cordales montañosos de la comunidad autónoma y sus reticencias a un modelo de desarrollo eólico sin ordenación del territorio ni evaluación ambiental estratégica, sin transparencia ni participación democrática y sin respeto al paisaje como seña de identidad del territorio cántabro.

"Así no: nuestros pueblos, para vivir" fue el lema de la concentración contra la implantación masiva de parques eólicos en Cantabria / Plataforma en Defensa de los Valles Pasiegos 

La convocatoria ha sido apoyada por más de veinte entidades como ARCA Cantabria, la Unión de Ganaderos y Agricultores Montañeses, Plataforma en defensa de los Valles Pasiegos, Plataforma Sur de Cantabria y Montaña Palentina, Cantabria No Se Vende, Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria, La Vorágine, Madres por el Clima, Grupo Alceda, Fridays for Futuro, Red Camber, Mur, Asonautas y SEO/Birdlife, entre otras.

Para los organizadores, la implantación de parques eólicos a gran escala en Cantabria supone una amenaza "que pone en riesgo la sostenibilidad, el bienestar y el futuro económico" de la comunidad autónoma a cambio de enriquecer a unas empresas que no muestran "ninguna sensibilidad" por la realidad cotidiana de la región ni de sus habitantes.

Además, denuncian que la instalación de este tipo de proyectos energéticos convierte los montes en terreno industrial suponiendo para la población afectada una notable pérdida de calidad de vida, así como la devaluación de los terrenos de particulares y la destrucción del medio ambiente.

"Nos jugamos mucho: nuestra calidad de vida, la biodiversidad, los ecosistemas y nuestro patrimonio social, natural y cultural; nuestro presente y nuestro futuro" -ha concluído el manifiesto leído por la organización-.