Una multitudinaria manifestación rechaza en Galicia la gestión de Alfonso Rueda y el PP en materia sanitaria

Miles de personas colapsaron la plaza del Obradoiro en defensa de la sanidad pública gallega / CIG

5.2.2024

Una marcha convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública ha clamado el domingo 4 de febrero en las calles de Santiago de Compostela contra el deterioro del sistema asistencial.

Al inicio de la manifestación el médico y portavoz del colectivo Manuel Martín ha cargado contra la "lamentable" situación del sistema sanitario gallego por los problemas de la atención primaria unas listas de espera "absolutamente inaceptables". Además, ha afirmado que estos y otros problemas tiene solución, pero es necesario que exista voluntad política. “Llamamos a la población a que si no hay un cambio en la política sanitaria, habrá que ir pensando en cambiar los autores de las políticas sanitarias”, ha aseverado.

Con la consigna al grito de "Rueda, atiende, la sanidad no se vende" una auténtica marea humana ha tomado la capital gallega en una marcha que ha partido de la Alameda para terminar abarrotando la plaza del Obradoiro.

Los organizadores ha mostrado su determinación "a seguir resistiendo" frente a un Gobierno de la Xunta "que apuesta por el desmantelamiento y la privatización" y que además fomenta los seguros privados enriqueciendo así a organizaciones empresariales "que controlan los hospitales públicos de Galicia".

Según denuncia la plataforma, las listas de espera para acceder al centro de salud llegan a alcanzar en algunos casos "incluso el mes" y en el caso de los hospitales son sencillamente "inaceptables". En este sentido, han acusado al Servizo Galego de Saúde y por ende al conselleiro Julio García Comesaña de "maquillar los datos" y "mentir con las cifras" que "posiblemente sean el doble de las que reconocen".

Finalmente, SOS Sanidade Pública también ha criticado la injustificada dilación en la toma de medidas que "no dependen de Madrid" sino de una Xunta de Galicia que consideran debe poner las partidas presupuestarias indispensables para el buen funcionamiento del sistema.