Los violentos ataques del ejército israelí sobre la población palestina han convertido a Gaza en un enorme cementerio infantil, denuncia UNICEF

La devastación provocada por los continuos bombardeos israelíes está teniendo graves consecuencias sobre la seguridad y la salud mental de la infancia en la Franja de Gaza / UNICEF

3.11.2023

La organización denuncia que las cifras reflejan que hasta finales de octubre 3.450 niñas y niños han perdido la vida por los bombardeos sobre la población civil, hay varios miles más desaparecidos y más de un millón están sin suministros de agua, comida o acceso a productos básicos de subsistencia.

Para James Elder, responsable del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia "las amenazas van más allá de las bombas y los morteros" pues "las muertes infantiles por deshidratación son una amenaza creciente" en Gaza, ya que la producción de agua en la Franja se sitúa en el 5% del volumen necesario debido a que las plantas desalinizadoras no funcionan, están dañadas o carecen de combustible.

Elder advierte que cuando cesen los ataques, el coste para la infancia "se dejará sentir durante décadas" debido "a los terribles traumas a los que se enfrentan los supervivientes". Por ese motivo ha reiterado el llamamiento al Gobierno de Israel a parar las hostilidades "en nombre de los 1,1 millones de niños de Gaza que viven esta pesadilla" permitiendo además la apertura de todos los puntos de acceso para la entrada sostenida de ayuda humanitaria.

UNICEF recuerda que diversos estudios han demostrado que la violencia y conmoción pueden inducir niveles de stress inasumibles para la infancia que interfieren en su desarrollo físico y cognitivo causando problemas de salud mental tanto a corto como largo plazo.

"La infancia no inicia los conflictos y es impotente para detenerlos. Nos necesita a todos...para que pongamos sus seguridad y protección al frente de nuestros esfuerzos, y para que imaginemos un futuro en el que los niños y las niñas estén sanos, seguros y reciban educación. Ningún niño o niña merece menos", ha señalado Catherine Rusell, directora ejecutiva de la organización.