Entidades científicas y conservacionistas de referencia en Portugal alertan del grave impacto sobre la biodiversidad que conlleva la eólica marina y piden repensar su planificación antes de implementar proyectos a gran escala

Entidades de referencia piden repensar el planetamiento de la eólica marina en el país luso / Wikimedia Commons

13.10.2023 

La Fundação Oceano Azul y la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA) consideran preocupante el impacto negativo que los parques eólicos marinos pueden tener sobre cientos de miles de aves y piden más estudios "antes de que los proyectos avancen en Portugal".

Las dos entidades portuguesas reclaman una atención especial a las zonas de Viana do Castelo y Ericeira donde consideran que el área destinada a la eólica marina "debería ser limitada o incluso repensada".

En un estudio presentado por SPEA en colaboración con el Centro de Ecologia, Evolução e Alterações Ambientais -cE3c-, perteneciente a la Universidade de Lisboa, y que ha contado con la colaboración de la Fundação Oceano Azul, se alerta sobre el impacto negativo que el despliegue a gran escala de la eólica marina puede tener para las poblaciones, hábitats y rutas migratorias de cientos de miles de aves marinas. Para las organizaciones "la descarbonización, si bien es fundamental y urgente, no debe lograrse a expensas de la pérdida de biodiversidad".

El Gobierno portugués ha identificado cinco zonas en la costa continental portuguesa para el desarrollo de la industria de las energías renovables marinas a gran escala: frente a Viana do Castelo, Leixões, Figueira da Foz, Ericeira y Sines, pero pero para las entidades conservacionistas existe una alerta especial por la sensibilidad de las zonas de Viana do Castelo y Ericeira. En el caso de Ericeira, el área propuesta se solapa con la estudiada en la Expedición Científica Oceano Azul Cascais Mafra Sintra, realizada en octubre de 2022, cuyo objetivo era el estudio de los valores naturales, con vistas a una futura propuesta para la creación del Área Marina Protegida de Iniciativa Comunitaria (AMPIC) de Cascais, Mafra y Sintra. Esta zona tiene "valores naturales únicos" y está anexa a dos Zonas de Especial Protección para las Aves, y en un hábitat utilizado como zona de alimentación para la población nidificante de pardelas cenicientas en las islas Berlengas.

Las entidades portuguesas alertan que las aves marinas y costeras "son uno de los grupos de animales más amenazados del mundo" debido al impacto del ser humano, y también los grupos más afectados por la expansión de los parques eólicos marinos debido a las colisiones con las palas de los aerogeneradores y el "efecto barrera" creado por los parques eólicos, a lo que hay que sumar la pérdida de hábitat que necesariamente se producirá debido a la explotación de vastas áreas marinas.

Las organizaciones indican que dado que el Gobierno portugués está a punto de tomar una decisión crucial sobre la implementación de la eólica marina en el país "es esencial movilizar la mejor información técnica y científica para que sirva de base para esta decisión" pues "por el momento Portugal aún no cuenta con un mapa claro de áreas prioritarias para la conservación marina, lo cual es esencial para alcanzar los objetivos que el país se ha fijado en la agenda de biodiversidad en el Convenio sobre la diversidad biológica o en la protección del 30% de su espacio marítimo para 2030". Por eso consideran que "los mapas de sensibilidad presentados ahora por la SPEA son una herramienta valiosa para apoyar la decisión final y deben de ser tenidos en cuenta por los responsables de la toma de decisiones" porque "es fundamental que haya una movilización de conocimiento técnico-científico antes de que el proyecto avance".