El Gobierno de Israel se pone a la altura de su agresor: las autoridades palestinas denuncian que las operaciones militares contra la Franja de Gaza han provocado la muerte de al menos 458 mujeres y 724 niñas y niños

Los bombardeos israelíes han devastado barrios enteros en la Franja de Gaza / Hosny Salah

16.10.2023

La Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) considera que el llamamiento de las fuerzas israelíes para desplazar a más de un millón de civiles al sur de este territorio "solo conducirá a niveles de miseria sin precedentes" y empujará aún más a la población "al abismo".

El organismo ha advertido que desde el 7 de octubre más de 423.000 personas ya han sido desplazadas, de las cuales más de 270.000 se han refugiado en refugios de UNRWA donde se están proporcionando alimentos básicos, medicinas y apoyo "para mantener la dignidad y un atisbo de esperanza" pues "la escala y velocidad" de la crisis humanitaria desatada por el Gobierno de Israel "escalofriante" al convertir rápidamente a Gaza en "un agujero infernal" que está "al borde del colapso".

UNRWA alerta de que más de dos millones de personas están atrapadas en el conflicto entre Israel y las milicias integristas de Hamás pero que "no hay excepción" por "todas las partes deben respetar las leyes de la guerra" y "se debe proporcionar ayuda humanitaria en todo momento a la población civil". Hasta el momento, los datos oficiales reflejan que los ataques israelíes han provocado la muerte de al menos 458 mujeres y 724 menores. 

En este sentido, la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se ha mostrado consternada por las medidas tomadas por el Gobierno israelí para impedir el acceso de la población a electricidad, alimentos, agua y combustible en unos hechos que consideran que añadirán "otra capa de sufrimiento a la catástrofe existente a la que se enfrentan las familias de Gaza". Para la entidad "privar a los niños y niñas del acceso a alimentos y servicios esenciales pone en peligro sus vidas, al igual que los ataques contra zonas e infraestructuras civiles como centros de salud, escuelas y sistemas de agua y saneamiento". Por eso valoran como "imperativo" que todas las partes en conflicto "se abstengan de cometer más actos de violencia" y cesen los ataques contra la población civil.