De la descarbonización de las renovables al olimpo del capitalismo: una conservera perteneciente a la "Alianza polo Clima" de la Xunta dispara sus beneficios mercadeando con parques eólicos en Chile y Galicia

En el mes de marzo la conservera Jealsa se unió a la "Alianza Galega polo Clima" / xunta.gal

29.8.2023

La empresa Jealsa consigue más de 38 millones de euros de rendimiento neto por la venta de proyectos energéticos a las multinacionales Engie y Enel.

En su propio informe financiero, la conservera coruñesa dueña de marcas como "Rianxeira" y "Escurís", y que también es envasadora de atún en lata para Mercadona, señala que "los elevados precios" de la energía en 2022 han permitido que los parques eólicos hayan alcanzado "niveles record de facturación" además de elevar a nivel general "las valoraciones de los activos energéticos".

El año pasado Jealsa vendió a Engie los parques eólicos San Pedro I y San Pedro II, ubicados en 1.112 hectáreas de terreno en la provincia de Chiloé, en la región de Los Lagos, generando 33,9 millones de euros de beneficio neto, a los que hay que sumar otros 4,5 millones por la venta de su participación el 20% en dos parques eólicos gallegos a una filial de Endesa (Enel Green Power), a su vez perteneciente a la energética italiana Enel. Según informa el digital ED Galicia, se trata del parque eólico Careón, entre la localidad coruñesa de Toques y la lucense de Palas de Rei (Lugo) y el Peña Armada, ubicado en Friol (Lugo).

JEALSA SE UNIÓ EN MARZO A LA "ALIANZA GALEGA POLO CLIMA"

Se da el caso que el pasado mes de marzo, Jealsa se adhirió al proyecto de la "Alianza Galega polo Clima" en un convenio firmado con la conselleira de Medio Ambiente Ángeles Vázquez Mejuto, una iniciativa, según la empresa que "pone de manifiesto la colaboración entre empresas e instituciones en favor del medio ambiente" en una corporación que "lleva décadas trabajando por la sostenibilidad" habiendo asumido "el reto de contribuir a la Agenda 2030 y a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible marcados por la ONU" en "un paso más" en el compromiso "por la lucha contra el cambio climático, así como la mejora del medio ambiente y el desarrollo de la economía circular".

PARQUES EÓLICOS Y ESPECULACIÓN FINANCIERA

Aunque la energía eólica se está promocionando por parte de las grandes energéticas como una solución para el proceso de adaptación a una economía baja en carbono en los últimos años ha habido un creciente problema asociado a la implantación de parques eólicos: la especulación financiera.

A menudo especialistas y organizaciones ambientales han denunciado a nivel internacional la operativa de muchas empresas, que consiste en invertir en energía eólica con el único objetivo de obtener una rápida plusvalía sin considerar otro tipo de parámetros más allá del rápido beneficio económico. En algunos casos, este proceso a menudo implica la compra-venta de derechos de desarrollo y proyectos de parques eólicos antes de que se hayan construido o incluso antes de que hayan obtenido la aprobación del ente regulador, como así ha sucedido durante el verano con la transferencia de 182 MW de proyectos renovables en Galicia y Andalucía desde Greenalia a Engie, indicando fuentes de la energética gallega que "los fondos obtenidos por este movimiento" se utilizarían para acelerar y consolidar el desarrollo de su plan de negocio.

Para los expertos en materia energética, sin embargo, una de las principales consecuencias de este tipo de actuaciones es que los desarrolladores de proyectos de energía eólica prioricen la urgencia de las ganancias económicas sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética, lo que puede llevar a la construcción de parques eólicos con fallos de diseño o mal ubicados, lo que a menudo implica una menor producción energética, un mayor coste de mantenimiento y el rechazo social de las comunidades. Por otra parte, este tipo de acciones financieras pueden generar una burbuja especulativa en el sector de la energía eólica, lo que a medio-largo plazo podría tener implicaciones negativas a nivel de inversión y estabilidad económica en general.

Otro problema asociado con la especulación financiera promovida desde el ámbito de la energía eólica es la falta de transparencia y la rendición de cuentas, pues aunque inversores y especuladores pueden obtener beneficios significativos al vender proyectos de energía eólica a precios inflados, esto puede contribuir a distorsionar el mercado y dificultar la evaluación real de este tipo de iniciativas industriales, lo que puede llevar a una asignación ineficiente de recursos y a la pérdida de oportunidades para el desarrollo de parques eólicos que estén correctamente ubicados y sean genuinamente beneficiosos para el proceso de descarbonización.

LA URGENCIA DE PONER SOLUCIÓN AL PROBLEMA

Para abordar el problema de la especulación financiera asociada a proyectos energéticos como los parques eólicos, es fundamental que los gobiernos y los organismos reguladores establezcan marcos legales sólidos y mecanismos de supervisión eficientes para prevenir este tipo de comportamientos, implementando estándares claros y criterios estrictos para la aprobación de proyectos de energía eólica, evitando la aprobación de proyectos que no cuenten con una evaluación adecuada de su viabilidad y beneficios ambientales.

Además, los expertos consideran que es fundamental fomentar la participación de las comunidades locales en la toma de decisiones relacionadas con los parques eólicos, lo que implica consultar y escuchar atentamente las preocupaciones y opiniones de las comunidades afectadas por los proyectos, así como garantizar una distribución justa de los beneficios económicos y sociales que puedan asociarse a la energía eólica.