Cuando las renovables favorecen el cambio climático en vez de ayudar a paliarlo: Escocia ha talado 15,7 millones de árboles desde el año 2000 para instalar parques eólicos

El desarrollo eólico incontrolado está poniendo en riesgo la supervivencia de muchos bosques escoceses / Creative Commons

25.7.2023 

Mairi Gougeon, ministra de Asuntos Rurales del Gobierno escocés, en manos del SNP (Scottish National Party), calcula que en terrenos administrados por el Gobierno a través de la Agencia Forestry and Land Scotland (FLS) la tasa de corta resulta equivalente a más de 1.700 ejemplares diarios llegando a alcanzar las 7.818 hectáreas de masa forestal.

El diputado opositor Liam Kerr, crítico con la medida, ha recordado que esta cifra supone un completo asombro para el público y que numerosas comunidades de todo el país han manifestado su gran preocupación por el futuro que le espera al territorio escocés de continuar en esta línea.

"He sido contactado a menudo por comunidades rurales de todo el país cuestionando la ubicación de los parques eólicos, compartiendo preocupaciones legítimas no solo sobre el impacto visual sino también sobre el daño a la vida silvestre y a la actividad económica. Ahora además sabemos que hay un daño significativo cuando se trata de árboles", ha declarado el parlamentario.

Gourgeon, por su parte, se ha mostrado optimista esperando que las promotoras de parques eólicos realicen "plantaciones compensatorias en otros lugares" pues el interés de su Gobierno es agregar entre 8 y 12 gigavatios de potencia a los 8,4 instalados actualmente. Sin embargo, los especialistas se han mostrado excépticos con el resultado, dado que el cultivo de nuevos árboles a partir de semillas de vivero requiere mucha más mano de obra que la preservación adecuada de los bosques existentes, necesitándose no solo mucha carga laboral sino cuidado en el riego, fertilización, poda y eliminación de plagas hasta que el árbol pueda desarrollarse por sí mismo.

LA IMPORTANCIA DE LOS BOSQUES DE ÁRBOLES "MADUROS" FRENTE A LAS PLANTACIONES FORESTALES NOVELES

Los árboles maduros son más efectivos como "almacenes" de CO2 que los jóvenes debido al desarrollo de sus troncos y raíces. De hecho, y aunque todos los árboles desempeñan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático al actuar como sumideros de carbono almacenándolo en su biomasa durante su ciclo de vida, los árboles maduros juegan un papel aún más importante en el proceso.

Por una parte, a medida que los árboles maduran, su tamaño y volumen aumentan, lo que les permite acumular más carbono en su biomasa. Por otra, los árboles ya formados tienden a ser más resistentes a las perturbaciones naturales, como incendios forestales o tormentas, lo que ayuda a mantener el carbono almacenado a largo plazo. Además, hay que tener en cuenta que la madera de los árboles maduros es más densa y duradera, lo que significa que tiene la capacidad de retener el carbono durante más tiempo antes de liberarlo nuevamente a la atmósfera.

Los árboles desarrollados tienen, por otro lado, una mayor superficie foliar, lo que les permite llevar a cabo la fotosíntesis de manera más eficiente y capturar más CO2 de la atmósfera.

Finalmente, los árboles maduros suelen formar parte de ecosistemas más complejos y diversos, que incluyen una variedad de especies de plantas y animales. Los últimos estudios científicos al respecto han recordado que este factor crea un equilibrio y una interacción que favorece la captura de carbono y, por ende, son fundamentales para luchar contra el cambio climático.