Josep Lloret, coordinador del Proyecto BIOPAÍS: "Es muy difícil maridar la conservación de la biodiversidad y la eólica marina en la Costa Brava"

El Dr. Josep Lloret durante una entrevista en un acto público / youtube.es

16.6.2023

El científico, responsable del estudio que está evaluando el impacto ambiental de la instalación de macroproyectos energéticos en zonas como el golfo de Roses, la bahía de Pals y el cabo de Creus considera que la clase política solo ha tenido el viento como variable preferente y que otros factores de relevancia se han valorado de manera "muy superficial".

En una entrevista concedida al diario El Punt Avui, el especialista alerta del error que supone haber considerado solamente la productividad energética sin haber tenido en cuenta los impactos sociales, económicos y biológicos existentes y que, tomando referencia otros proyectos que no han salido adelante en Baleares o Almería, la Costa Brava, por la presencia de especies en peligro de extinción como la pardela balear o la presencia de caladeros de pesca tradicional, también cumple con todos los parámetros para mantenerse a salvo de la eólica marina.

El biólogo recuerda que estos proyectos "van más allá" de la implantación de parques eólicos marinos flotantes, ya que este tipo de planes energéticos implican la industrialización de la costa con el asentamiento de macroinstalaciones y subestaciones eléctricas fijas en mar o en tierra que incluso necesitarían de una ampliación de puertos que en la zona no tienen suficiente capacidad, lo que implicaría una gran huella ecológica.

Lloret explica que el área, además, está considerada como el principal patrimonio marítimo del litoral catalán y del Mediterráneo Occidental, dado que alberga hasta 10 áreas marinas protegidas, en su gran mayoría incluidas dentro de la Red Natura 2000, y que existen dos cotos de alevinaje creados por los pescadores de Roses y la propia Administración con el objetivo de recuperar el hábitat y regenerar las capturas, razones por las que considera como "muy difícil" el maridar la conservación de la biodiversidad y la eólica marina en la Costa Brava.

PRIMERAS CONCLUSIONES DEL ESTUDIO

Preguntado por las primeras conclusiones sobre el estudio que está coordinando, Josep Lloret indica que tras haber hecho un primer análisis global, teniendo en cuenta las áreas protegidas que existen y revisando los impactos que se han producido en otros mares del planeta, puede llegarse a la conclusión de que "hay unos riesgos ambientales que no se están considerando lo suficientemente bien", más teniendo en cuenta que la tecnología propuesta en este tipo de macroproyectos, la eólica marina flotante, es incipiente y todavía se tienen pocas referencias sobre sus efectos, que en algunos casos se pueden suponer por la presencia de torres de 260 metros de altura fijadas al fondo marino con grandes cadenas y anclas que labran el hábitat provocando un riesgo de colisión, aparte de otros problemas como la suspensión de sedimentos para las criaturas marinas en "un mar heterogéneo" con muchos hábitats diferentes, que los cables de exportación de energía pueden degradar.

IMPACTO VISUAL SIGNIFICATIVO

El especialista recuerda que el impacto paisajístico de estos proyectos siempre está presente, y más en una zona de alto valor natural como la Costa Brava. "Se han hecho encuestas que demuestran que los bañistas no quieren ver turbinas eólicas cuando van a la playa. Esto puede suponer pérdidas económicas importantes, dado que muchos turistas de Roses quizás marcharán a otros municipios de l'Empordà. O quizá ni siquiera vendrán a Cataluña", asevera.

PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN FRENTE A LA ESPECULACIÓN 

Finalmente, el científico considera que "hay mucha especulación" y llama a la cautela desde la acción política: "es cierto que se tiene prisa debido al cambio climático y al aumento de los precios de la energía, pero si no vigilamos se puede hacer mal", por eso apuesta por dos factores clave como son la ciencia y el consenso social del territorio afectado ya que los políticos, al igual que los científicos, son servidores públicos que tienen que mirar "por el bien de la sociedad".