Una sentencia histórica obliga a la petrolera Shell a responder ante los tribunales de sus abusos en Nigeria

Comunidades afectadas por Shell llevan años denunciando el desastre ambiental provocado por la compañía en el Delta del Níger / Amnistía Internacional 

21/2/2021

El Tribunal Supremo de Reino Unido ha fallado este mes de febrero en favor de dos comunidades del delta del Níger que piden justicia por los daños medioambientales causados por la multinacional.

En 2015, 40.000 personas de las comunidades Ogale y Bille del delta del Níger entablaron acciones judiciales contra Shell en Reino Unido por presuntos daños graves causados a sus derechos humanos y su bienestar. En 2017, el Tribunal Superior de Londres determinó que RDS era sólo una empresa tenedora que no ejercía ningún control sobre las operaciones de su filial nigeriana y no tenía, por tanto, ninguna deber de diligencia para con las comunidades afectadas por ellas. En 2018, el Tribunal de Apelación consideró igualmente que los tribunales británicos no tenían jurisdicción sobre las demandas, pero permitió que las comunidades Ogale y Bille recurrieran ante el Tribunal Supremo. Ahora, sin embargo, ha sido el Tribunal Supremo del Reino Unido el que avala las peticiones de la población afectada por los desmanes de la petrolera. 

El auto ha determinado que las comunidades Ogale y Bille pueden presentar sus reclamaciones de limpieza e indemnización contra Royal Dutch Shell plc (RDS) y su filial nigeriana, la Shell Petroleum Development Company (SPDC). De hecho, la sentencia sienta un importante precedente para hacer rendir cuentas a otras multinacionales. En este sentido, Mark Dummett, director del Programa de Asuntos Globales de Amnistía Internacional ha considerado como "histórica" la sentencia, hecho que además "podría suponer el fin de un largo capítulo de impunidad de Shell y de otras multinacionales que cometen abusos contra los derechos humanos en el extranjero" dado que incluso "los registros mismos de Shell muestran la magnitud de los vertidos de petróleo que continúan devastando la tierra de las comunidades Ogale y Bille, contaminando su agua y destruyendo sus medios de vida".

Para el responsable de la ONG la sentencia sacude los cimientos "de un modelo de negocio basado en eludir la responsabilidad" y este hecho "podría preparar el terreno para que se haga justicia a las muchas otras comunidades que sufren las consecuencias de la contaminación de Shell".