Rotunda oposición del ecologismo gallego a la eólica marina por su daño a la biodiversidad

Los parques eólicos marinos suponen una seria amenaza para las aves migratorias / Creative Commons

22.3.2023

Organizaciones como la Sociedade Galega de Historia Natural, la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana o los catorce colectivos integrantes de la Federación Ecoloxista Galega (FEG), entre los que se encuentra la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (ADEGA), rechazan los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo aprobados por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ante los graves perjuicios que este tipo de proyectos industriales pueden causar a los ecosistemas de las zonas afectadas.

Desde la Federación Ecoloxista Galega y la SGHN recuerdan que el área marina frente al noroeste de la península ibérica "es de extraordinaria importancia" para cientos de miles de aves marinas de docenas de especies, siendo además "sobrevolada por enormes cifras de aves no marinas en migración, frecuentemente nocturna "entre el oeste de Iberia, el norte de Europa, Groenlandia o Canadá", lo que convierte al mar frente a Galicia en un verdadero "embudo" de paso de aves en el denominado "East Atlantic Flyway", una ruta migratoria de las aves que dos veces al año vuelan desde el oeste de África al norte de Europa y áreas próximas.

Lamentablemente -explican las organizaciones-, "todavía se sabe muy poco sobre la importancia que tienen las aguas exteriores -las situadas a más de 14 millas náuticas de la costa- tanto para aves marinas como no marinas, dado que hasta allí no llegan los naturalistas y solamente la investigación científica profesional, mediante personal cualificado y con presupuesto de respaldo, puede participar. Por este motivo consideran que "en esas aguas exteriores también hay muchas aves por lo que urge conocer donde, cuando y cómo se presentan allí", más teniendo en cuenta que las aves en el océanos son nómadas y su distribución depende de factores como los estacionales o los meteorológicos, que afectan además de manera diferente a cada especie. Debido a esta escasez de información, señalan que soloamente existe una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en las aguas exteriores del denominado "Banco de Galicia", mientas que próximas a tierra hay cuatro ZEPAs que a día de hoy son insuficientes para proteger todo el corredor migratorio marino próximo a la costa.

Según detallan, la planificación de ordenación del espacio marino aprobado por el Ministerio de Teresa Ribera plantea como "zonas de alto potencial para la conservación de la biodiversidad" una sucesión de áreas próximas a tierra, en una banda de anchura desigual extendida desde el Cabo de Peñas hasta las Rías Baixas, y una zona aislada justo al norte de Estaca de Bares, reconociendo de facto la importancia para las aves de todos los lugares en los que se han realizado investigaciones. Sin embargo, consideran que este planteamiento gubernamental obvia "de manera inaceptable" el principio de precaución al incluir buena parte de esas aguas exteriores en cinco zonas de alto potencial para el desarrollo de la energía eólica marina", una de las cuales sería la de mayor tamaño de toda España al representar conjuntamente el 54% de la superficie de estas a nivel estatal". Además, denuncian que tres de esas cinco zonas de la planificación "están justo en un estrecho corredor que ha quedado sin proteger entre la ZEPA que protege el entorno de Estada de Bares y la zona al norte de este mismo cabo", que el propio POEM recoge como "Zona de alto potencial para la conservación de la biodiversidad", lo que a juicio de las organizaciones es un "gravísimo" error que debería ser revertido en aplicación del principio lógico de "primero investigación y después ordenación" sin llegar a situar las zonas potenciales para el desarrollo de la eólica marina en lugares cuya importancia para las aves es posible suponer a la vista de las investigaciónes desarrolladas en esas áreas.

LOS PARQUES EÓLICOS MARINOS, UNA "TRITURADORA" DE BIODIVERSIDAD

La FEG y la SGHN señalan que está bien documentado que el riesgo de colisión de aves con las turbinas eólicas es mayor en los lugares con gran número de aves migratorias que, junto con las invernantes, presentan mayores tasas de mortalidad que las aves residentes. Por desgracia -denuncian- en el caso de os parques eólicos marinos "no habrá testigos incómodos para las grandes corporaciones energéticas" pues con la excepción de un par de ONG internacionales "ninguna asociación dispone de los medios humanos, técnicos y económicos para la realización de estudios en alta mar" en una situación en la que "no habrá (casi) cadáveres, pues serán rápidamente dispersados por las corrientes marinas".

Desde la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana se recuerda que un reciente informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) advierte que la literatura científica disponible en este momento demuestra el elevado impacto ambiental sobre la biodiversidad que conllevan los parques eólicos marinos en torno a cinco pilares: el elevado riesgo de mortalidad para las aves en caso de colisión, la alteración del comportamiento de las especies debido a las perturbaciones generadas -en especial los altos niveles de emisión sonora-, el "efecto barrera" para las mismas y la pérdida de hábitats afectando así a todo el ecosistema, lo que puede transformar los parques eólicos marinos en una verdadera "trituradora" de biodiversidad.

Para la entidad "no se puede pretender solucionar un problema como el cambio climático provocando otros a la misma escala, con impactos inasumibles sobre los ecosistemas marinos y las actividades económicas con una industria que por otra parte necesita de los combustibles fósiles y materiales no reciclables para su funcionamiento y construcción". En este sentido consideran "una cruel falacia" la "revolución verde" de las mal llamadas "energías renovables" promocionada por el oligopolio eléctrico y ahora "parece que defendida por quienes deberían de representar a la ciudadanía".