Los científicos alertan sobre la eólica marina: el Parc Tramuntana no es compatible con la protección ambiental del occidente mediterráneo

La bahía de Roses, en Girona, está considerada como uno de los entornos costeros más privilegiados del Mediterráneo a nivel de paisaje y biodiversidad / Creative Commons

24.3.2023

Rafael Sardá, investigador titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Josep Lloret, profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universitat de Girona alertan en un artículo de opinión publicado en el diario El País que la ubicación del proyecto del consorcio del Grupo Sener y BlueFloat Energy que desde la perspectiva de protección de la biodiversidad la ubicación del proyecto "no es coherente" y consideran que puede conllevar graves riesgos por la estrecha dimensión de la plataforma continental donde pretende instalarse la iniciativa.

Ambos científicos recuerdan que la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea obliga al Gobierno español a proteger al menos el 30% del espacio marino antes de 2030, y un 10% con estrictas medidas de conservación, lo que implica "establecer una red coherente, conectada y funcional de espacios protegidos". Sin embargo, la tasa de protección a nivel español y catalán es de solo un 12% contraviniendo el mandato comunitario.

Así, recuerdan que el Parc Tramuntana generaría un claro conflicto de intereses entre el derecho a instalar un proyecto eólico y la protección de un espacio marino de alto valor ecológico y que, recurriendo a la Ley 41/2010, de protección del medio marino, queda claro que "este conflicto debe ser resuelto atendiendo siempre al principio de precaución, el enfoque ecosistémico y el mejor conocimiento científico, buscando siempre su buen estado medioambiental".

Teniendo estos factores en cuenta, para los investigadores este parque eólico no es viable porque pretende instalarse en una zona que constituye "el patrimonio natural marino más importante de Cataluña" y una zona "muy productiva" a nivel biológico debido a la acción del viento y el aporte de nutrientes del Ródano convirtiendo al lugar en el área con "mayor riqueza en biodiversidad del Mediterráneo-Noroccidental" con una "estrecha plataforma continental" que actúa de guardería (nursery) de especies de interés comercial, con áreas vedadas para proteger especies y hábitat y "conector importante" de áreas marinas "estrictamente protegidas" que la bordean que generan una alta producción biológica y donde abundan los corales fríos, los recursos pesqueros y los pequeños crustáceos (krill), que son la base alimenticia de las ballenas que acuden anualmente.

LA CONSERVACIÓN DEBE PRIMAR SOBRE LA INDUSTRIALIZACIÓN

"Creemos que esta zona debe quedar al amparo de políticas de conservación y no de políticas de industrialización" -aseveran los científicos-, pues "aunque los beneficios de la eólica marina son cuantificables en línea con la emergencia climática, presentan riesgos importantes frente a la emergencia de pérdida de biodiversidad". Por eso, al elegir la ubicación de este tipo de proyectos, apuestan por la realización de estudios científicos rigurosos "que contemplen todas las variables y permitan tomar una decisión final informada con responsabilidades delimitadas" pues "la sociedad necesita más que nunca de un medio marino saludable y sostenible" y "la transición energética tiene otras alternativas pero, en el mar primero, hay que proteger la biodiversidad".